
El MVP (Minimum Viable Product) o Producto Mínimo Viable es una versión inicial de un software que incluye únicamente las funcionalidades esenciales para resolver un problema concreto o validar una hipótesis de negocio. El objetivo es lanzar el producto al mercado lo antes posible, con el menor esfuerzo de desarrollo, para obtener feedback real de los usuarios y aprender de él.
Este enfoque, propio de metodologías como Lean Startup y Agile, permite reducir riesgos y costes, y acelerar el aprendizaje del equipo de desarrollo y negocio. En lugar de esperar a tener el producto final perfecto, el MVP se lanza pronto, se mide su impacto y se mejora en función de la respuesta del mercado.
Con plataformas como Flexygo es posible construir MVPs en muy poco tiempo, gracias a su enfoque low-code y su capacidad para conectarse con bases de datos y procesos reales desde el inicio.
El MVP en el desarrollo de software permite:
Esta estrategia es especialmente útil en empresas que desarrollan soluciones digitales con equipos multidisciplinares o con financiación externa, donde es necesario justificar cada avance con resultados concretos.
Además, muchos negocios pueden financiar el desarrollo de un MVP mediante programas públicos como los disponibles en el Kit Digital, reduciendo la inversión inicial y acelerando su transformación tecnológica.
Crear un MVP no significa lanzar algo incompleto, sino lanzar lo esencial para comprobar si tu producto tiene sentido en el mercado. Estas son las fases clave para hacerlo correctamente:
Todo MVP debe partir de una necesidad real. ¿Qué problema concreto resuelve tu solución? ¿Para qué tipo de usuario?
Define qué funcionalidades son imprescindibles para validar el producto. Todo lo demás puede esperar a versiones posteriores.
Incluso siendo una versión mínima, el MVP debe ofrecer una experiencia clara, intuitiva y funcional para el usuario final.
Elige tecnologías que te permitan construir rápido y adaptarte. Aquí, el enfoque low-code y visual de Flexygo es especialmente útil para reducir el ciclo de desarrollo y conectar directamente con datos reales.
El objetivo del MVP no es solo lanzar, sino recoger feedback real, analizar el uso y aprender qué funciona, qué no, y cómo evolucionar.
Existen múltiples formas de aplicar el enfoque MVP en entornos empresariales. Algunos ejemplos habituales son:
En todos estos casos, el objetivo no es tener un producto completo, sino validar hipótesis y sentar las bases de un desarrollo posterior, más sólido y ajustado a la realidad.
Una vez validado, el MVP se convierte en el punto de partida para el desarrollo completo. Para escalar con éxito es fundamental:
En esta etapa es crucial entender cómo optimizar los tiempos de desarrollo. Puedes profundizar en este enfoque estratégico en el artículo sobre qué es el time-to-market y cómo reducirlo para acelerar la llegada al mercado de nuevas funcionalidades.
El desarrollo de un MVP de software es una estrategia eficaz para lanzar productos digitales de forma rápida, validada y alineada con las necesidades reales del mercado. No se trata de lanzar menos, sino de lanzar mejor.
Gracias a herramientas como Flexygo, puedes construir MVPs funcionales, conectados a datos reales y listos para evolucionar. Si además accedes a ayudas como las del Kit Digital, podrás hacerlo con menor riesgo financiero.
Y con soluciones como AHORA CRM, y una visión clara de tus métricas desde el inicio gracias a un buen cuadro de mando, estarás en disposición de escalar tu MVP a un producto completo, competitivo y sostenible.
Un MVP bien hecho no es una versión limitada: es la base de un desarrollo inteligente y centrado en el valor real para el usuario.

Socio fundador y CEO de AHORA
David Miralpeix es uno de los socios fundadores de AHORA. Lleva más de 33 años liderando el desarrollo de software para empresas de sectores tan dispares como Banca, Seguridad, Gabinetes jurídicos legales, Fabricación, Producción, Distribución, Servicios, Promoción, Calidad o Comercialización Inmobiliaria.